LA SANTISIMA TRINIDAD

5 PASOS PARA CRECER… EN LA LECTIO DIVINA

Por Argelia Chi Bracamontes, fsp

LA SANTISIMA TRINIDAD

Estimados lectores.

320px-Trinidad_El_Greco2Estamos ante el Misterio mayor de la fe cristiana católica, la fiesta de la Santísima Trinidad. Por lo tanto, como todo misterio, nos permanece desconocido en su totalidad y sólo podemos entender una parte pequeña mediante comparaciones y semejanzas humanas, pero no conocerlo por completo o descubrirlo en toda su altura, profundidad y extensión.

Los grandes sabios, hombres y mujeres (San Agustín, Santo Tomás, Santa Teresa de Jesús y muchos más) que han intentado conocer y explicarse el cómo es que existe Un sólo Dios en Tres Personas iguales y distintas, al final, llegan a entender que ante este Misterio, para la pequeña inteligencia y saber humanos, sólo queda permanecer en contemplación y adoración porque no es posible entenderlo, pero sí vivirlo, experimentarlo, como se experimenta el amor, la esperanza y la fe.

FIESTA DE LA SANTISIMA TRINIDAD

PASO 1

Pedimos la gracia de comprender este misterio de la Santísima Trinidad, y digamos con fe esta alabanza: ¡Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén!

Haz un espacio para pedir tu propia petición…

PASO 2

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo, alma de mi alma, yo te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, inspírame lo que debo hacer. Dispón de mí porque prometo obedecerte y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme conocer tan solo tu voluntad. Amén (Cardenal Mercier)

PASO 3

JESÚS MAESTRO, VERDAD Y PASTOR PARA MI MENTE

Del santo Evangelio según san Juan 3, 16-18

“Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios”.

REFLEXIÓN

Nsu-frauenkirche-glasfenster

Este relato expresa el amor de Dios por la humanidad, por nosotros que formamos parte de este mundo. Te ha amado a ti y a todos como mundo, frágiles, débiles y fuertes al mismo tiempo, sencillos y complicados a la vez, en todo lo que comporta nuestra humanidad y mundanidad. Dios, en su gran amor nos ha dado a su único Hijo, y en este único, ha dado el todo, sin limitaciones.

El Padre desea, que ninguno de nosotros perezca ni que sufra alguna adversidad; antes bien, nos da la vida eterna por medio de su Hijo Jesucristo. No basta tener vida y vivir cada día sin el anhelo de eternidad, del amor que no se acaba, de la vida que no muere. Cuando pasamos por el juicio y la condena de este mundo, es decir, el que le hacemos a los demás y el que nos hacen a nosotros, ante ello sólo tenemos una oportunidad: creer en Cristo, porque Él es el único que puede perdonarnos, precisamente porque nos ama. Rechazar esta propuesta de Dios significa nuestra propia condena; nos condenamos a no tener la oportunidad de conocer a Dios por medio de su Hijo Jesucristo y a gozar de su eterno amor que nos libra del odio y la perversidad.

PASO 4

JESÚS MAESTRO, CAMINO Y PASTOR PARA MI VOLUNTAD

  • Piensa en una actitud o sentimiento que manifiesta tu lejanía hacia el amor de Dios.
  • Medita sobre qué cosa ha limitado tu acercamiento a Dios Trinidad.
  • Medita cómo es tu relación con Dios Padre, con Dios Hijo y con el Espíritu Santo.

PASO 5

JESÚS MAESTRO, VIDA Y PASTOR PARA MI CORAZÓN

  • ¿Qué invitación te hace hoy Dios Padre para vivir en el amor de su Hijo y en comunión con el Espíritu Santo?
  • Te sugerimos acercarte al sacramento de la confesión y ofrecer la Santa Misa para aumentar tu conocimiento y experiencia del amor de Dios.
  • Que el Espíritu Santo te conceda su sabiduría y los frutos de su amor, realizados en obras de caridad.
  • Para concluir, puedes hacer la siguiente oración de consagración a la Santísima Trinidad.

HIMNO A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

trinidad

¡Dios mío, Trinidad a quien adoro! La Iglesia nos sumerge en tu misterio; te confesamos y te bendecimos, Señor Dios nuestro. Como un río en el mar de tu grandeza, el tiempo desemboca en hoy eterno, lo pequeño se anega en lo infinito, Señor, Dios nuestro.

Oh, Palabra del Padre, te escuchamos; oh, Padre, mira el rostro de tu Verbo; oh, Espíritu de amor, ven a nosotros; Señor, Dios nuestro. ¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!, haced de nuestros almas vuestro cielo, llevadnos al hogar donde tú habitas, Señor, Dios nuestro.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu: Fuente de gozo pleno y verdadero, al Creador del cielo y de la tierra, Señor, Dios nuestro. Amén.

(1ªs Vísperas de la Solemnidad de la Santísima Trinidad.)

Deja un comentario