“SONRÍA POR FAVOR”

Motivos para… sonreír y ser feliz

Por María Belén Sánchez, fsp

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Queridos lectores:

Dicen que el desmedido afán de agradar es malo, pero sin duda es más malo empeñarse en ser una persona desagradable. Como en todas las cosas, lo mejor es el equilibrio; poseyéndolo, nunca se va a los extremos.

Aunque pienso que para ser desagradable no se necesita mucho esfuerzo; en cambio sí nos va a costar cierta dosis de esfuerzo el tratar de agradar siempre sincera y desinteresadamente.

La sonrisa es siempre agradable, siempre alentadora, siempre iluminadora. “Como la luz que Cristo quiere que se ponga en lo alto para que alumbre a todos” (Mc 4,21). No importa tu edad, tu color o tu status, una bella sonrisa, te hará lucir radiante.

“SONRÍA POR FAVOR”

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Fue esta frase un slogan que se puso de moda el siglo pasado, dio la vuelta al mundo en todos los idiomas y dejó a su paso un raudal de sonrisas. Se ve que desde siempre se ha reconocido, con mucha evidencia, la necesidad de hacer florecer nuestro mundo con las sonrisas.

En nuestro siglo XXI, tan lleno de adelantos, tan engreído de progresos, también hace falta rescatar el valor de la sonrisa, rescatar los beneficios de una sana y buena risa y descartar la que no ayuda a la buena convivencia ni a la salud física, emocional y espiritual.

Los beneficios de una buena sonrisa los escuchamos a menudo: es la mejor forma para levantar el ánimo, afloja las tensiones, alegra la convivencia familiar, ayuda a hacer el trabajo con más serenidad y perfección. Podríamos seguir enumerando largamente los beneficios de las buenas risas.

UNA SONRISA PARA CADA DÍA

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Este podría ser nuestro propósito cada mañana al levantarnos, adoptar una sonrisa y no dejarla perder en todo el día. Al poco tiempo nos daríamos cuenta de sus beneficios: la belleza escondida va aflorando en el rostro, la salud se fortalece y la vida se alegra.

Mientras tanto, todo en nuestro entorno sonríe también y las cosas van saliendo cada vez mejor, los trabajos más limpios, el corazón más alegre y los problemas también van ahuyentándose como arte de magia. EL día en que la sonrisa se haga contagiosa y logremos invadir con ella nuestro mundo hostil, también será posible que desaparezca la violencia y aprendamos a ser más solidarios, más pacíficos, más humanos. Las mejores sonrisas son las que germinan en un corazón lleno de paz.

TU SONRISA

sonrisaSupe un día en tu sonrisa que guardabas en ti una alegría sencilla; por ella comprendí  que la bondad florece en tu alma de niña.

Y sin saber otra cosa de ti -ni siquiera tu nombre- aprendí en tu mirada un extenso poema, que cuando lo recuerdo florece nuevamente, como sonrisa en mí, la semilla de sonrisa que un día sembraste tú.

COMO APOSTOLADO

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Desde siempre hemos oído decir que apostolado es “hacer el bien” y ciertamente hay muchas formas de repartir el bien dando lo bueno y lo mejor a quienes nos rodean. Y ofrecer una sonrisa, ¿no es también una forma de darles algo bueno?

Las mismas actividades que a diario realizamos, el contestar a una pregunta, explicar un tema, atender a una persona y todo lo que ya de por sí hacemos por el bien de los demás, puede ser más efectivo si lo acompañamos de esa dulzura que aprendimos de Cristo al mirar su forma de hacer el bien. “Digan a Juan lo que han visto: los cojos andan, los ciegos ven, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el evangelio” (Lc 7,22).

COMO COMPROMISO

Comprometerse es sentirse obligado a hacer o no hacer algo, Obligado, sí, pero obligado por uno mismo, sin presiones externas, sin imposiciones de nadie; únicamente la urgencia interior de cumplir lo que cada uno se pone como meta, como tarea, como deber.

Comprometerse a sonreír es un bello compromiso y además es muy alentador para el que se lo propone y para cuantos lo rodean. Habrá veces que no será precisamente fácil cumplir, pero sí siempre será beneficioso tanto para quienes dan la sonrisa como para quienes la reciben “así se alegran juntos el que siembra y el que siega” –dice el Señor- (Cfr. Jn 4,36).

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