Una vocación, una llamada, una Mujer… Tecla

Evocando recuerdos… 

                                     de una Mujer ejemplar

Por María Belén Sánchez, fsp

UNA VOCACIÓN, UN LLAMADO

Páginas de historia

M Tecla 1914Teresa Merlo había llegado a una edad en la cual toda persona, abre sus ojos y mira hacia el futuro. Es decir cada quien se pregunta cuál será su quehacer en la vida, y cómo es que va a realizar su existencia a lo largo de los años que Dios le conceda de vivir.

Nuestra joven Teresa no tenía por qué ser la excepción. También ella pensaba y repensaba en su vocación y también se preguntaba qué iba a ser y a hacer en su futuro.

Para explicar esto vamos a traducir un diálogo entre ella y su abuelita, a quien ella quería mucho y que la orientaba mientras ella le preguntaba con mucha confianza.

TERESA -¿Y qué es Vocación, abuelita?

ANITA.-Vocación es un llamado que dirige Dios a algunas personas para encomendarles una misión especial en su Reino.

TERESA.-Pero dime, ¿cómo llama Dios?

ANITA.-La Vocación es un susurro divino que resuena en el corazón, a veces como un eco, a veces como un trueno, pero inconfundible siempre.

TERESA.- ¿Y cómo sabré si el Señor me llama?

ANITA.-Cuando el Señor te llame, escucharás su voz con inconfundible claridad.

TERESA.- Y si escucho su voz, ¿cómo debo responderle?

ANITA.-La Vocación es una voz que invita y llama, pero siempre requiere una respuesta libre y decidida.

TERESA.-Yo quiero responderle pero no sé si sabré hacerlo en el momento oportuno.

ANITA.-La Vocación, siendo divina, reviste formas humanas para hacerse realidad. Inspiración o anhelo; deseo o exigencia; invitación o deber; pero siempre es la palabra del Señor que invita, y cuando una persona le responde positivamente, se vuelve una fuerza tan impetuosa que hace que la persona se levante con ánimo decidido dispuesta a seguirle.

TERESA.- Tienes razón abuelita, pero sí hay una cosa que tengo claro: yo quiero ser para Dios.

Cuando pienso en mi futuro, en la vida, en lo que podría hacer, enseguida me sale al paso ese pensamiento: Yo quiero ser de Dios.

Cuando miro a mis amigas que se preparan para casarse y luego van de blanco al sacramento, pienso que eso no es para mí. Yo quiero ser de Dios.

Pero ¿Cómo? ¿Cómo realizar este anhelo? Sin duda el camino más corto es meterme a un convento, pero… pero… siempre hay un pero. De todas maneras le pido a Dios que me guíe, que me tome de la mano y me señale el camino. Que en alguna forma me haga saber qué es lo que quiere de mí, y yo estoy dispuesta a hacer su voluntad.

tecla 3Lo que recordamos

Todo habla de que la joven Teresa se preparaba para lo que tenía que llevar a cabo como obra social, o como un aporte de y muy pronto empezó a ayudar a las chicas de su pueblo a que encontraran unas actividad para llenar sus tiempos libres y colmar sus manos de obras buenas.

Virtudes

Las virtudes que sobresalen en esta etapa de su vida son sin duda la:

Reflexión que daba sentido y contenido a sus propias reflexiones. Sus pensamientos e ideas no eran superficiales ni giraban en torno a vanidades superficiales. Lo que Teresa meditaba en sus horas tranquilas llevaban siempre una meta que la llevaría a concretizar su ideal…

La Esperanza  era sin duda la luz que iluminaba su camino por la vida, desde joven hasta que fue mayor y tuvo que afrontar responsabilidades muy grandes. Pero esa esperanza fue siempre luz y fuerza porque se apoyaba en Dios.

Tecla sonrisa

Sus Palabras:

Infinidad de voces llaman a mi juventud, infinidad de palabras me invitan a seguir diferentes caminos, unos me ofrecen seguridades materiales, certeza firme de un futuro; pero yo quiero escuchar la voz del Señor, para orientar toda mi vida. Quiero hacer muchas cosas en favor de los demás, pero no sé cómo hacerlo”.

Nuestro Hoy 

tecla-modernaMucho del pasado se refleja en nuestro presente y nos ayuda a preparar nuestro futuro para lograr ser elementos vivos y activos en un mundo que avanza a pasos acelerados, pero que siempre está guiado por las invitaciones que Dios hace a cada persona.

En el mundo y la vida cada quien tiene un lugar, como si fuera un enorme rompecabezas en el cual todos tenemos un qué y cómo colaborar en la construcción del Reino de Dios.

 

Proyección al futuro

Seguiremos hablando de esta mujer extraordinaria porque nos hacen falta ejemplos que nos ayuden a ser como ella, y a responder cada día al Señor con amor a su divina voluntad.

 

 

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