Papa Francisco

«Lo vio con misericordia y eligiéndolo y le dijo Sígueme»

Por Hna. Julia Karina  de la Paz

Pope Francis

¡ Habemus Papam!  Es para mí una alegría inmensa, poder estar escribiendo este artículo, compartiendo con todos ustedes la dicha de un nuevo Papa, que Dios a dado a su Iglesia.

Hace algunos días me preguntaron acerca de quién me gustaría que fuera el nuevo Papa, a lo cual respondí: “Bueno mi visión es muy corta, no conozco todas las necesidades reales de la Iglesia, pero Jesús si las conoce, es por eso que estoy orando para que Él elija a un buen sucesor de san Pedro, oro para que el Espíritu Santo descienda sobre los Cardenales y los ayude y guíe a su Iglesia como lo ha hecho por tantos años”.

Y así  fue, Dios vio las necesidades de su Pueblo, escucho nuestras oraciones y este 13 de marzo del 2013, el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en el Papa Francisco.

Ante una abarrotada Plaza de San Pedro, se anuncio quien era el nuevo Obispo de Roma, con gran sencillez y humildad Su Santidad comenzó a hablar: “Hermanos, hermanas, buenas noches. Ustedes saben que mis hermanos cardenales que han debido escoger a un Obispo de Roma han ido a elegirme al fin del mundo”.

El Pontífice pidió: “hacer una oración por nuestro Obispo Emérito Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, que la Virgen lo custodie”.

Continúo diciendo estas palabras: “Comenzamos este camino juntos, un camino de fraternidad, de amor y de confianza entre nosotros. Recemos siempre unos por los otros, recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad”.

El Papa expresó: “deseo que este camino de Iglesia que hoy comenzamos y en el que me ayudará mi Cardenal Vicario sea fructífero para esta bella ciudad”.

Y con un gesto que sorprendió a propios y extraños y lleno de humildad nuestro nuevo Pontífice pidió la bendición de todo el Pueblo. “Quisiera darles la bendición, pero antes pido un favor. Antes de que el Obispo bendiga al pueblo, pido para que Dios bendiga a su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de ustedes para mí”, fue entonces que la Plaza de san Pedro enmudeció y oro por su Pontífice y con ella cada uno de los católicos en el mundo entero.

Pero quién es Jorge Mario Bergoglio. Nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936. Egresó de la escuela secundaria industrial con el título de técnico químico. A los 21 años (en 1958) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y Superior Provincial de la orden desde 1973 hasta 1979.

Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992, para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. Tomó finalmente el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998. Durante el consistorio del año 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo creó Cardenal del título de S. Roberto Bellarmino. Además se constituyó en el primado de la República Argentina, resultando así el superior jerárquico de la Iglesia Católica de este país. Su Lema Episcopal es miserando atque eligendo, cuya interpretación se encuentra explicitada en el texto de San Beda  el Venerable  (homilía 21): Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, «Sígueme», que quiere decir: «Imítame». Le dijo «Sígueme», más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él anduvo. Y es así como una vez mas Jesús le dice: Sígueme, Imítame.

Estos acontecimientos, las palabras de Su Santidad Francisco, me recuerdan el Evangelio de Juan (Jn 21,3) que nos dice que un día Pedro les dijo (a los otros apóstoles): «Voy a pescar». Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Fue ahí donde Jesús se les apareció por tercera vez y le pidió a Pedro que apacentara sus ovejas. Este relato se parece mucho a lo que como católicos estamos viviendo, Él ha elegido al Cardenal Bergoglio y le ha encomendado su Pueblo. Es así como en estos días nuestro nuevo Papa Francisco nos dice «Voy a pescar». Respondámosle: «Vamos también nosotros» y así encontremos a Jesús reunidos como Iglesia, unidos.

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