¡SEÑOR, TEN COMPASIÓN DE MÍ!

5 PASOS PARA CRECER… EN LA LECTIO DIVINA

Por Argelia Chi Bracamontes, fsp

¡SEÑOR, TEN COMPASIÓN DE MÍ!

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PASO 1

Prepárate con una buena dosis de fe para entrar en contacto con Jesús Maestro. Si percibes su silencio, no te inquietes, Él te estará escuchando. Tan solo acércate a Él y preséntale tus preocupaciones, anhelos y esperanzas y dile con todo tu corazón: “¡Señor, ayúdame¡”.

PASO 2

INVOCACIONES AL ESPÍRITU SANTO

Espíritu Santo, fuente de luz y de verdad, concédeme el don de la escucha y una plena confianza en Jesús.  Yo deseo sentirme pobre para necesitar el don de la fe y traducirlas en obras de caridad y rayos de tu luz. Amén.

PASO 3

JESÚS MAESTRO, VERDAD PARA MI MENTE

Del santo Evangelio según san Mateo 15,21-28

En aquél tiempo, Jesús se retiró a la comarca de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea le salió al encuentro y se puso a gritar: “Señor Hijo de David, ten compasión de mí. Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio”. Jesús no le contestó una sola palabra; pero los discípulos se acercaron y le rogaban: “Atiéndela, porque viene gritando detrás de nosotros”. Él les contestó: “Yo no he sido enviado sino a las ovejas descarriadas de la casa de Israel”.

Ella se acercó entonces a Jesús, y postrada ante él, le dijo: “¡Señor, ayúdame!” El le respondió: “No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. Pero ella replicó: “Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas”. Y en aquel mismo instante quedó curada su hija.

REFLEXIÓN

Cananea2La figura de la mujer cananea es el espejo donde podemos mirarnos a nosotros mismos. Es una mujer sencilla, humilde, pobre de espíritu, conoce su necesidad, la de confiar en Jesús, poner toda su confianza en Él para alcanzar misericordia y la salvación de su hija. La súplica es intensa en la medida que Jesús dialoga con ella, la va llevando a niveles de confianza y a todas responde con la misma intensidad de fe.

Jesús admira la fe tan grande de esta mujer ante la petición de ayuda, a Jesús le pide aunque sean las migajas, porque sabe que Jesús no sabe dar migajas, Jesús lo da todo, ni la enfermedad ni los obstáculos podrán separar a esta mujer del amor de Jesús, así se cumplen los milagros, solo confianza, seguridad y abandono en Dios.

PASO 4

JESÚS MAESTRO, CAMINO PARA MI VOLUNTAD

Qué te dicen estas frases:

  • “Señor ten compasión de mí”
  • “Señor, ayúdame”
  • “¡Qué grande es tu fe!”

También puedes hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué grado de confianza tengo en Jesucristo?
  • ¿Qué tan cerca o lejos estás de Jesús que tiene compasión de ti?
  • ¿Cómo expresarás tu confianza en Dios?

PASO 5

JESÚS MAESTRO, VIDA PARA MI CORAZÓN

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Con una actitud de humildad y confianza, no olvides dialogar con el Divino Maestro en lo profundo de tu corazón, ahí, donde Él sólo puede escucharte. Sólo Él es quien puede llenar tu vida de amor y darte la sanación total.

Puedes terminar diciéndole a Jesucristo: Señor Jesús. Ya sé que no merezco pedirte nada porque yo no he sido un buen hijo de tu Padre, Dios, ni tampoco un verdadero hermano tuyo, más confiando en tu misericordia y en tu palabra de vida, te pido la gracia de saber acercarme más a ti para pedirte no sólo por mí, sino por aquellas personas a las que amo y son importantes en mi vida. Dales la dicha de sentirte cercano cuando más te necesitan. Amén.

 

 

 

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