«¿Qué llegará a ser este niño?»

5 PASOS PARA CRECER… EN LA LECTIO DIVINA

Por María del Socorro Pérez Pérez, fsp

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PASO 1

Busca un lugar y tiempo adecuados en donde puedas estar con tranquilidad para entrar en comunicación con Dios. Recuerda que la actitud de humildad ante la Presencia del Creador es fundamental para toda criatura que se dirige a Él. Te ayudará el hacer un acto de fe en el que puedas hacerte consciente de que Dios habita dentro de tu ser, de tu corazón. Para eso es necesario invocar al Espíritu Santo.

PASO 2

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Santo Espíritu, Luz Divina del Altísimo, concédeme el don precioso de la fe para que pueda creer que tú habitas en todo mi ser, que es por medio de ti que puedo unirme y vivir con la Trinidad Divina, y llamar a Dios, Padre; a su Hijo Jesucristo, Señor mío; y a ti, Divino Espíritu Santo, Aliento de Vida y Fuego de Amor. Creo en Dios, amo a Dios, espero en Dios. Amén.

PASO 3

JESÚS MAESTRO, VERDAD PARA MI MENTE

Evangelio según San Lucas (1,57-66)

nv3#Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan». Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre». Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan». Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque la mano del Señor estaba con él.

REFLEXIÓN003-bible1A

El nombre que se recibe al nacer o al ser bautizados, tiene siempre un significado. En un principio, Dios dio el nombre a los primeros padres: Adán al hombre, y a la mujer, Eva. Cada nombre conlleva una misión en la vida y unas características que enmarcan y definen a la persona, aunque no siempre.

En las Sagradas Escrituras nos encontramos que muchos de los nombres de los personajes que aparecen tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento han sido elegidos por Dios, y en otros casos, Él se los ha cambiado al darles una misión especial. En el pasaje evangélico que hemos leído, el objetivo de darle el nombre de Juan al hijo de Zacarías e Isabel, es el de respetar la voluntad de Dios transmitida por el mensajero de Dios a Zacarías. El anciano padre primerizo escribe clara y enfáticamente el nombre que deberá llevar su primogénito: “Juan es su nombre”. Sí, porque este nombre Dios lo asignó al precursor del Mesías esperado desde siglos, por eso este niño debe recordarle al pueblo de Israel que “Dios se ha apiadado” de su pueblo y envía a su mensajero a que anuncia la llegada inminente del Hijo de Dios entre los hombres.

Dios llama a cada uno por su nombre y espera la respuesta de los que ha elegido para que preparen el camino por donde Él pasará repartiendo sus gracias abundantes.

PASO 4

JESÚS camino PARA MI voluntad

La Palabra de Dios siempre es luz para verificar si nuestro caminar es certero o va por rumbo equivocado. y fuerza para iluminar y verificar si estás viviendo acorde a las enseñanzas de la Palabra de Dios, puede ayudarte el hacerte las siguientes preguntas:

  • ¿Qué te dice la Palabra de Dios para tu vida cotidiana?
  • ¿Acostumbras alegrarte cuando le va bien a los demás?
  • ¿Cómo estás preparando tu corazón, tu vida para recibir al Enviado de Dios, Jesucristo?
  • ¿Sabes reconocer la presencia de Dios en tu vida y en los acontecimientos?

PASO 5

JESÚS, VIDA PARA MI CORAZÓN

Da gracias a Dios por las luces que te ha dado a través de su Palabra, por la presencia de su Espíritu en tu vida, por haberte llamado por tu nombre para que anunciaras la llegada de su Reino como lo hizo Juan el Bautista. No olvides agradecer a Dios por haber enviado a este mundo a su Hijo Jesucristo nacido en un pobre pesebre de Belén para darnos ejemplo de sencillez y humildad.

Finalmente, implora su gracia y misericordia divinas para que puedas conservar el precioso regalo de la fe cuando las cosas en la vida no sean como tú deseabas y esperabas.

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